Hoy me di cuenta de que nunca puedo llegar a lo que quiero. No importa lo que haga, qué tanto me esfuerce, nunca puedo llegar. Y a veces te das cuenta tan tarde de cosas pasadas y grandes que lo peor de todo es que lo hacés con pequeños detalles. Como con una sonrisa, una mirada, o con un sueño. 
  Siempre los sueños me demostraron todo lo que quiero y necesito o creo necesitar y lo que no puedo tener, lo que está más alto de lo que puedo llegar. De eso me di cuenta hoy. O quizás lo ignoré demasiado tiempo.
  Obvio que yo no pierdo las esperanzas, sé bien que es cuestión de tiempo todo esto y que hay días que parecen que ya no puedo más si no estás ahí para sostenerme un ratito, pero dame un tiempo más y te juro que puedo sola. Pero me da pánico saber que ese tiempo se termina y hay que volver a lo mismo, otra vez, y otra vez, no quiero. 
  Aunque haya prometido quererte a pesar de todo, a no cansarme nunca de vos, no quiero seguir así. Pero no entiendo por qué dejar de querer lo que te hace bien y feliz. Porque no me hacés mal, sos lo que mejor me hace sin sufrir y la única persona que me hace querer superarme día tras día. Pero si no lo puedo hacer posible no voy a estar ahí perdiendo el tiempo. Quiero crecer más como persona, relacionarme con otras personas, enamorarme una vez más, y sé bien que eso vos ya no me lo podés dar. Sin embargo a veces pesa más el tiempo que pasé con vos y todos esos recuerdos que fueron lo único que tenía en su momento para ser feliz. Todos los días desde que no estás recuerdo cosas tan viejas que ya parecen nunca haber existido en mi memoria, esos primeros recuerdos que tenemos, parecen inexistentes a medida que pasan los meses y los años, porque siempre fueron reemplazados por más recuerdos, que ahora necesito porque los últimos ya casi no me alcanzan para seguir sin vos.