Me arrepiento de las veces. De las veces que no quise verte, de las veces que querÃa que te fueras. Me arrepiento de las veces que te vi reÃr y agaché la cabeza para ocultar lo bien que me hacÃa eso. Me arrepiento de las veces que nos miramos al mismo tiempo y corrà la mirada porque me daba vergüenza que me vieras. Me arrepiento de las veces en las que te hacÃa reÃr y no te miraba por timidez. Me arrepiento de las veces en las que estábamos juntos y sentÃa miedo. Me arrepiento de las veces en las que reÃamos y tenÃa que parar, simplemente lo hacÃa, y no sé por qué. Me arrepiento de las veces en las que éramos felices y me ponÃa a pensar en qué momento se iba a terminar. Me arrepiento de las veces que te tuve cerca y no pude abrazarte tan fuerte como el amor que me generabas. Me arrepiento de las veces que te observaba y no podÃa decirte cuánto te querÃa. Me arrepiento de todas esas veces en las que tuve la oportunidad de confesarte cada vez que me hiciste bien al alma y no lo hice, por miedo, por vergüenza, timidez, por lo que sea: me arrepiento.
Hoy, después de tanto, pero tanto tiempo, te vi. Quizás porque todo iba despacio cuando te ibas, pero esta vez no fue asÃ. Fue raro, no lo esperaba en lo absoluto. Pasó como la última vez, apareciste de la nada. Y me hizo mal, tan mal. ¿Recuerdos? Ninguno, para mi sorpresa. ¿Miedo? MuchÃsimo. Bronca, miedo y dolor, todo junto al mismo tiempo. El corazón me latÃa muy fuerte. Lo sentÃa latir, sentÃa cómo se lamentaba de verte otra vez. Dejó de escucharse todo tipo de sonido, sólo lo escuchaba a él, asustado, con dolor, y con la sensación del que siempre espera lo mejor. Me hizo mal, sÃ, eso no lo negarÃa. Sólo sentà el dolor al verte y el no poder sentir nada más que eso. La sensación de volver a personas que te hicieron mal, una y otra vez. El no poder salir de eso, el no poder actuar, el no sentir nada más que miedo.
Hasta que no me alejé, no pude hacer nada más que escuchar a mi corazón ponerse triste. Hasta que no me fui no podÃa pensar y no podÃa dejar de llenarme los ojos de lágrimas. No podÃa. Vos deberÃas saber de esas cosas. Vos deberÃas.
Hasta que no me alejé, no pude hacer nada más que escuchar a mi corazón ponerse triste. Hasta que no me fui no podÃa pensar y no podÃa dejar de llenarme los ojos de lágrimas. No podÃa. Vos deberÃas saber de esas cosas. Vos deberÃas.