Caí en la cuenta de que lo que me pasa con vos no está tan lejos de lo que me pasó con ella. Para nada distantes están las emociones. 
  Porque pasa igual, porque te quiero, necesito verte sonreír todo el tiempo, me parte el alma verte mal, no aguanto que se metan con vos, y que cualquier detalle que a mí me moleste de vos, me deprime. Hasta que hacés algo que me gusta. No es capricho, no es quererte cambiar, simplemente me importás bastante más que los demás. Y que cada cosa que hacés me genera algo, estoy pendiente todo el tiempo de lo que hagas, nada se me escapa, no es capricho, de verdad. Tampoco obsesión, a veces pienso que es inseguridad de que te vayas o de que decidas cambiar. Y por favor no lo hagas, porque no hay nadie que te pueda reemplazar, porque así como sos estás perfecto (y te lo dice alguien que no pudo haberte observado más).