"No tengas miedo de querer, es lo más lindo que podés hacer." Me dijiste. Pero me da miedo sentir, odio la sensación de ida, el desgaste de sentimientos, la ruina emocional, me sofoca ponerle fin a algo. Porque, como todo, quiero que dure para siempre. Que se mantenga y no avance, que se pause en el tiempo y sea siempre igual. Que me quieras y no sea otro sueño. Y cada vez que algo se termina se me rompe más la cabeza. Pienso demasiado las cosas. Estudio el detalle del detalle proporcionándole una emoción propia a cada situación, prohibiéndome escapar, diciéndome que no hay algo así para mí otra vez, que no hay más oportunidades. Y cuando me obligo a dejarlo ir, todo rastro de sentimiento se deshace de mis manos, se escapa, y dejo de sentir. Y es un círculo constante, donde no quiero seguir. Donde me obliga a avanzar porque siempre me dice que está por llegar el final, que siempre siga un poco más. Y le hago caso, vuelvo a intentar.