by - noviembre 22, 2016

  Imagínate que la persona que tanto quieras, te cambie por alguien más, que te deje. Es un vacío enorme, ¿qué hice mal?, si puse todo de mi parte, incluso te di lo que no tenía. Y cuando te fuiste, quedé vacía. Nunca había hecho algo así, nunca quise tanto como te quise. En pasado. Porque ya no te merecés que te quiera. La pregunta es: ¿alguna vez lo mereciste? No niego que me hiciste la persona más feliz del mundo, pero siempre va a pesar más lo malo, miserable que fui, al creerte y al intentar arreglarlo, una y otra vez. Y ahora que no soy la misma entiendo, eso que vos decías no era querer, sólo supiste ver tus problemas, nadie te importaba más que vos, y era cierto, tampoco a mí. Y dicen que no dejés de querer, pero cuando alguien así se va, no quedan ganas, no queda nada. Porque si se llevó todo lo que tenía, ¿qué más puedo dar? Si algo hice mal para que se vaya, no merezco a nadie más. Si me habré lastimado tanto a mí misma con esas cosas, por suerte y por acción del tiempo, todo se vuelve a armar, incluso vos, todo eso que perdiste lo recuperás, porque a pesar de que lo diste todo, siempre podés dar más. Alguien una vez me dijo: que te lastimen todo lo que quieran, ¿en serio tiene importancia? No podés castigarte por algo que no depende de vos, cada uno quiere a su manera, y nadie busca ser infeliz con algo que ya no quiere, y ese algo por ahí sos vos, entonces, ¿qué importa?, vos queré, que cuando te quieras dar cuenta, no vas a poder creer lo feliz que te hace saber que, a pesar del dolor, te diste otra oportunidad.

You May Also Like

0 comentarios