Yo no sabía si era por aburrimiento, tristeza, o simplemente porque quería querer a alguien otra vez. Porque no, no había prometido “nunca enamorarme otra vez”. Porque ya estaba enamorada desde hacía bastante tiempo. Pero él había aparecido e hizo preguntarme en qué estaba metida. O al menos si tenía idea. Y quizás la tenía, o me di cuenta de qué tan enganchada...