Revoluciones

by - febrero 01, 2018

  Es raro eso de querer. Tenés la primera referencia y pensás que no hay otra manera, que si no es así no es amor, que si no es así no vale nada. Te falta quererle más, te falta más intensidad. No es igual, y si no es igual no tiene sentido. Tiene que ser igual. Tenés que sentir igual. Tenés que quererle como quisiste por primera vez.
  Y la primera vez se parece bastante a una revolución, a un cambio. De no querer pasás a querer y con todo lo que sos. Y te desarma, te hace temblar, te hace vivir, y te encanta. Te hace cosquillas, te hace ilusión, querés cada vez más y básicamente no podés parar. Te consume, sin tantas vueltas. Y te consume de verdad, más allá de que creamos para bien o para mal. No sé, te cambia. Te cambia el pensamiento, la forma de ver las cosas, incluso te hace pensar que una vez que se acaba nunca más vas a poder querer. Te lo hacés pensar vos mismo, cuando ni siquiera lo intentaste. La cabeza se acostumbra bastante a lo que aseguraste que tenías, y cuando termina se vuelve loca. Va a querer sí o sí volver a la misma persona, porque si no es, que no sea nadie. Y si no sentís con esa persona, entonces no sientas con ninguna.
  Cuando dejás atrás esa primera revolución, te juro que hay más. Sobre todo hay paz. Ya no te acordás de lo que antes te dolía, porque ahora no te importa. No te acordás de las veces, ni de las primeras, ni de las últimas. Quizás vuelvas cada tanto, la duda de cómo sería ahora te hace pensar. Pero no pasa de ahí. Ya no está, no tiene que volver, y no significa nada de lo que pudo haber significado ayer.  
  ¿Te acordás que te dije que te consumía? Ya no somos iguales, y no podemos dar igual. Porque no se le puede dar lo mismo a dos personas diferentes. Pero podés empezar de nuevo y sentir de nuevo.
  Entonces te das cuenta de que en frente tenés a otra persona, otro momento, otro lugar, otras sensaciones, más leves, más suaves, sencillas, pero que te hacen bien. Y darías lo que fuera por sentir más fuerte, darías lo que no está a tu alcance para sentir un poquito de lo que sentías antes. Con otra persona, en otro momento, y en otro lugar. Pero igual lo querés, lo deseás, lo anhelás. Querés la misma primera revolución, porque ésta te hace pensar que no es tan buena, no es tan fuerte, no te hace sentir tanto. Y si no me hace sentir así de qué me sirve, en qué me cambia si siento poquito. Te falta tiempo, te falta sentir más. Tenés esperanza de que pueda llegar a ser igual. Estás seguro de qué es el amor y que se parece a lo que ya no es. Pero querés el mismo amor, ese mismo que por alguna razón se acabó.

  Porque si de referencia tenemos a una sola persona, a un único amor, siempre vamos a querer volver, porque no conocemos otra cosa. No hay otra versión para mí, sólo sé que si puedo querer a alguien como en algún momento te quise a vos, justo ahora de verdad estoy queriendo. Ninguna revolución puede ser igual a otra, porque sino no sería una revolución. 

You May Also Like

0 comentarios