Sin vos me siento tan triste, tan ajena a lo que creo ser. Porque creo que la vida es lo que es por vos, porque no conozco otra manera de sentirme. Te miro y veo lo que quiero y necesito, pero duele un montón no ser capaz de decirlo. 
  Dicen que perder un amigo duele más que perder un amor, pero te juro que pienso en perderte y se me rompe el alma. Soy tan frágil cuando te tengo al lado, siento que puedo derrumbarme en cualquier segundo... pero a su vez me siento tan grande cuando siento todo eso que sólo vos sos capaz de provocar.
  Pienso más en el día que no te vuelva a ver que en el presente, me anticipo a lo que va a ser mi futuro, intento reparar desde antes lo que sé que voy a sentir. Me voy a sentir mal, no voy a poder ver a nadie más, porque te voy a seguir queriendo. Desde acá mucho no se puede hacer, porque estoy empeñada en decir que te quiero. Y es que hay una parte de mí que se arriesgaría a lo que sea con tal de seguir, pero a la noche siempre termina ganando la incertidumbre y, sobre todo, mi desconfianza. 
  Estás tan llena de imperfecciones que te me hacés demasiado perfecta, a veces creo que pienso eso porque me gustás, porque intento buscar algo que no me guste pero no encuentro, porque no, no soy capaz. Ojalá pudiera deshacerme de eso que me atrae, pero no me sale, y a veces pienso que no quiero. Y sé que todo esto en algún momento va a pasar, allá en el futuro cuando me caiga la ficha, pero por ahora dejame creer que nunca me vas a poder dejar de gustar, porque no sé cuánto de mentira hay en realidad.