by - agosto 08, 2018

  Durante todo el tiempo que estuvimos, jamás se te ocurrió lastimarme un poco menos, menos profundo. Pasó un montón de tiempo, y sin embargo no puedo olvidarme de eso. No sé si me duele todavía, pero sí sé que me llevaste al lugar más oscuro que jamás conocí, nunca tuve tanto miedo, nunca tuve tantas ganas de parar como en ese momento. Me costó horrores salir de ahí, y sé que aún así lo harías una y otra vez, y también que yo caería las mismas veces. A veces siento la misma sensación, la de ahogarme, a veces siento el asomo de ese abismo incalculable, al que con un mínimo descuido podría volver. Y lastima, un montón. Porque el miedo de saber que siempre están ahí es demasiado oscuro, demasiado infinito como para no sentirme insignificante. 
  Y en cada lugar al que me acerco cuando tengo un problema, aparece; como para hacerme saber que quizás nunca termine, o nunca se vaya. A veces siento el impulso de tirarme, pero a su vez me siento a mí misma sosteniéndome antes de saltar. Y no salto, no volví a saltar. Pero, ¿y si alguna vez lo hago? No quiero encontrarme otra vez con lo mismo, no soportaría encontrarte a vos, y a todo tu odio, resentimiento, o lo que sea. Jamás se te ocurriría lastimarme un poco menos, porque siempre quisiste más de mí, de algo te servía, aunque yo me muriese un poco más cada vez que te adueñabas de mi cabeza; quizás yo también ayudé al proceso, pero al menos sé que fue involuntario. A veces me pregunto cómo alguien puede lastimar, a la par de las veces que yo me cuestiono por qué no me sale perdonar. Y nunca al revés.

You May Also Like

0 comentarios