Qué amor sentir paz, leí por ahí. Y es que sí, porque si me tuviera que preguntar qué es la paz para mí, no cabría duda alguna, desde el primer día fuiste vos. Y si me tuviera que preguntar por qué en ciertos momentos fue turbulenta, amenazante, incluso valiente, lo suficiente para causarme miedo, también lo diría. La paz no siempre es paz, mi paz no siempre fue paz. A veces fue temor, e infinito, te diría. Proyecciones irreales, pero que dentro de mi cabeza encajaban perfectamente. Y aunque la haya retrasado y evitado, a veces venía, pero siempre hice que se fuera. Porque ¿qué es esto que no se parece a lo que ya sentí alguna vez? Prefiero no saberlo, de ninguna manera podría ser algo bueno.
  Y un día vino para quedarse, se niega a irse, ahora mismo me inspira a escribir(te). Y a veces le digo que no, le regalo mil excusas, que siquiera me creo yo. Pero espera, creo que es consciente de que tiene que aguardar al momento justo, aunque intente retrasarla cada dos por tres. Pero el día que vino y nunca más se quiso ir... ése día la tomé de la mano. Le conté por qué a veces me asustaba, y también por qué quería que se fuera. Me entendió, siempre lo hizo. ¿Será que la paz y el amor, son la misma persona? Ése día que te tomé de la mano... dudé. Y ése mismo día, lo supe. Aunque no tuviera certeza de experiencia, lo supe desde mí. Será que la paz y el amor son la misma persona.
  Hay miles de letras que podría escribirte, y aunque a veces sienta que podría quedarme vacía, jamás lo estaría. Cada día descubro algo nuevo acerca de todo esto, aunque sienta que me las sé todas, con vos siempre descubrí que no. Que estaba equivocada acerca de un montón de cosas, y no importa qué tanto sienta que viví, eventualmente me hacés entender otras. Y entre esas miles de cosas aprendidas, me animé a arriesgarme por lo que quería, sabiendo que vos no lo hacías. Y aunque el "no" estaba asegurado, tenía que decírtelo.
  Ése fue el día que la tomé de la mano, y no me dijo nada, pero estoy segura de que va a seguir estando, de que me va a acompañar cuando tenga mis peores días y de que jamás dudó en esperar. Qué amor sentir paz, qué paz sentir amor. ¿Será que la paz y el amor, siempre fueron vos?