by - abril 25, 2019

  El día que me enamoré de él no se encuentra tan lejano. Era uno de ésos días para mí, en los que me sentía tranquila después de tanto tiempo castigándome por evadir realizar cosas que claramente no quería. Pero cuando lo miré, y cuando me miró, lo vi. Entonces el resto del día me la pasé pensando en él y en sus ojos marrones, su piel pálida, su pelo para cualquier lugar. No lo quería mirar, porque me daba vergüenza, pero lo hacía a cada rato y por supuesto que se daba cuenta. Y cada vez que nos mirábamos yo sabía que ya se había dado cuenta. Pero su juego no era perverso, con propósito, parecía hasta inocente. Yo creo que fue inocente. Algo así como de momento, porque jamás nos íbamos a volver a ver.
  Entonces, cuando lo vi por primera vez, me relajé; fue algo instantáneo. Y si bien siquiera estuvimos tanto tiempo juntos, lo sentí real. Desconocidamente verdadero. Digo, quién no se "enamoró" en la calle alguna vez. Pero lo cierto es que en algún momento nos íbamos a ir, pero siquiera me paré a pensarlo en el momento, porque parecía infinito. Y tampoco me di cuenta cuando me fui y él también se fue. En mi mente seguía siendo todo para siempre: nos vamos a volver a ver, otra vez.
  Cuando caí en lo que había sucedido, habían transcurrido días. Nada, pensé, a veces te das cuenta después de años. Y yo sé que no fue nada, porque acá estoy tratando de escribirle poesía a alguien que claramente no conozco ni jamás lo haré, pero sé que fue prueba de que cualquier día me voy a poder soltar de vos y de mis propios sentimientos. Enmascararte en otra persona sirvió por un momento, porque por un momento me sentí libre de mí misma otra vez. De esa que todavía no puede despegarse de vos. De esa que quizás nunca pueda, porque soy yo, pero a la cual le tengo que ir destejiendo años de quererte, para hacerles afrontar una realidad que sigue siendo utópica. Pero después de todo, creo que quererte también lo es. Sé que te estoy olvidando de a poquito, como cuando pasan años y tu memoria se va llenando de nuevos recuerdos. Y no olvido de superación, sino de nostalgia. Sé que me estoy olvidando, porque a veces no me acuerdo de vos. Ya sea porque esté ocupada o porque no me pases por la mente. En cambio, otros días te escondés entre las cosas más rutinarias y en las que nada tenés que ver, sólo para preguntarme si de alguna manera puedo hacer que también formes parte de esto. Te veo detrás de cosas totalmente desvinculables y me gustaría no incluirte en cada pasito de mi vida. Pero no podría impedírtelo, desde acá y viendo hacia el futuro, siempre voy a necesitar que estés en todo y así sentir que nunca te perdí.

You May Also Like

0 comentarios