Hoy, que pienso en vos, todo se ve tan diferente. Quisiera, desearía, encontrar a quien era hace 11 meses, o un año; y decirle que, por favor, no parara, ni creyera con todo lo que es, que no iba a poder. Le daría fuerzas que jamás sabría de dónde provinieron, y podría seguir. Sé que las recibió de todas formas, porque acá estoy hoy. Hoy, que pienso en vos, está lloviendo, pero también pensé en vos en los días más soleados, en los más felices de mi vida, y también en esos en los cuales no te conocía aún pero rogaba hacerlo.
  Hoy, que ya no pienso en vos, todo se ve diferente. Después de años puedo sentirme libre, otra vez. Y sé que probablemente nunca sepa por qué con vos, nunca estaba conmigo. Y por qué después de tanto tiempo me estoy recuperando. Pero tenías razón. Yo iba a poder no quererte algún día. Vos lo sabías y yo no. Te creía ingenua y me creía incapaz. Hoy me creo posible y a vos te sigo creyendo.
  Hoy, que pienso en mí, todo se ve tan diferente. Pienso en que no podría haber elegido a alguien mejor que vos, que nunca podría haber amado a nadie más. Y a pesar de que yo te quiero y vos a mí no, no podría estar más agradecida de que me hayas enseñado que siempre iba a poder volver a querer.
  Hoy, y no sé por qué particularmente hoy, me siento feliz y libre. Se siente como un sentimiento nuevo, pero sé que no lo es. Sé que se parece a ser capaz de cualquier cosa, exactamente igual a como se sintió quererte por primera vez. Hoy, que pienso en todo esto, me siento diferente. ¿Podría ser finalmente capaz?