by - junio 28, 2016

  Renuncio, paro, me cansé. Porque ya no es lo de siempre, no queda nada, no te quiero igual, vos tampoco, todo se volvió costumbre, me acostumbré a tenerte, a verte todos los días, y no medí el dolor que conllevaba el acostumbrarse a un sentimiento. Me equivoqué. Me excedí, demasiado. Lloré, lo suficiente. Te quise, hasta el cansancio. Me lastimaste, más de lo que podía soportar. Hice todo lo que estuviera a mi alcance cuanto pude, pero nunca tuvo sentido. No hay realidad, no hay magia, no queda nada. 
  No puedo entender cómo todo termina así, como juré nunca llegar a esta instancia, como prometí quererte para siempre. Me siento mal, por dejarte ir, por perderte, por no poder aprovechado la oportunidad, las miles de oportunidades que tuve. 
  Renuncio a quererte, a cuidarte y a estar ahí sufriendo por vos. Todo se perdió, todos mis sueños, ideas, pensamientos, absolutamente mi vida entera, se echó a perder cuando te conocí. Porque lo cambiaste todo, lo reemplazaste por algo mejor, pero terminó derrumbándose al primer intento, dejando escombros de algo que ya no sé qué es.

You May Also Like

0 comentarios