by - octubre 27, 2017

Habrán millones de cosas que se te van a quedar grabadas en la cabeza, muchísimas. Te van a parecer absurdas, tontas, innecesarias y hasta dolorosas. Y las vas a recordar en momentos inoportunos, cuando es lo que menos necesitás, días en los que no das más. Pero vos y yo sabemos que de ahí, no se van. No preguntes por qué, porque eso ni yo lo sé. Me acuerdo como si el recuerdo fuese reciente y el sentimiento siguiera existiendo, cuando me di cuenta de que había algo mal en mí. Con poco tiempo de antelación, estaba completamente cambiada. No entendía la razón y no me acuerdo si eso me daba miedo. Era un lunes, a la tarde. Estaba acostada, mirando el techo, pensando. Y empecé a sentirme muy mal, era como si me faltase el aire, pero no me causaba ningún daño. Y en ese momento me sentí tan extraña, tan ajena a lo que era. Estaba tan lejos de la persona que me gustaba, que sentía una gran necesidad por estar al lado suyo, por sentir su presencia, lo que sea que me pudiese dar. Lo necesitaba como jamás había necesitado a nadie en mi vida. Además, convengamos que nunca había necesitado a nadie. Era raro, era nuevo. Ése día me di cuenta de que caí, y caí profundo. Me había enamorado y no asimilaba lo que eso conllevaba. Ése momento no fue revelador, ni agradable, no tenía nada de normal. Porque esa sensación me produjo algo que aún hasta hoy desconozco si fue bueno o malo, realmente no lo sé. Pero sí sé que me marcó fuerte. Por eso te digo que habrán cosas inútiles que no vas a olvidar. Mirá, de esto ya pasaron tres años y medio, y todavía me acuerdo. Me acuerdo de fechas absurdas, algunas que no quiero recordar nunca más. Pero están. Poemas enteros que escribí, a gente que no debía. Pero están, también. A veces no sé si están ahí por algo o porque solamente yo no sé olvidar. De lo que prosiguió luego de ese día no voy a especificar porque lo escribí miles de veces, y casi siempre me encuentro intentando olvidar. Pero, resulta que no me volví a enamorar nunca más. Obviamente hubieron más personas pero siempre volvía para atrás, y no me importaba en lo absoluto. Un día, casi convencida de que a alguien como él no iba a encontrar jamás, apareció otra persona. No sé cómo, pero no es casualidad. Antes creía en demasía en ellas, pero ahora ya no. Cuestión que ése día también me lo acuerdo, días que sí dan gusto recordar. Cada detalle, cada aroma y sonrisa. Jueves, el día que más me molesta en la semana. Estaba aburrida, cuando de repente observé a la persona en cuestión y sentí... no sé qué sentí. Nervios, emoción, sonrisas inconscientes, que salen solas. Me sentí paralizada, no entendía nada. Había vuelto a ponerle el orden que quería a mi vida y de repente aparece otra persona y me vuelve a desordenar. Eso me enojó, ¿por qué siempre tiene que aparecer alguien nuevo? Pero también me gustó, porque por fin había alguien más. Durante semanas estuve negándome el hecho de que hubiese alguien más, de alguna forma no quería. Pero qué puedo decir, la veía y todo lo que yo quisiera se esfumaba en un segundo, de lo único que me acordaba era de lo que me hacía sentir. Lo negué por más tiempo, lo conté hasta el cansancio, mi tiempo libre se basaba en analizar el tema, pero nunca llegaba a ningún lado. Todos me decían que siguiera, que por fin había alguien más. Pero qué sé yo, seguía negando. Con el tiempo lo fui aceptando, si alguien de repente había aparecido y venía con esa forma de mirarme, ¿por qué voy a decir que no? Tardé mucho en entenderlo. De alguna manera fui aceptando lo que sentía, pero muy de a poco. Eso me desesperaba, pero no podía hacer nada. Esperé bastante tiempo, o quizás fue poco pero se me hizo eterno. Ahora no puedo si no está. Necesito que me mire, me sonría, y todas esas cosas que te gustan de una persona. De cierta manera es una forma de dependencia, pero juro que no me interesa para nada. Particularmente hoy me di cuenta de algo, desde días anteriores no podía dejar de pensar en esa persona, canciones sin sentido me hacían acordar, todo lo relacionaba. Ya me pasó una vez, y no lo quería aceptar ahora. Pero hoy paré de negar lo que hace tiempo viene pasándome y acepté, mirando a esa persona de frente, que me tiene enamorada. Y bastante. Se siente raro otra vez, pero hoy sí es una sensación agradable, que me encanta. Vienen arraigadas todas esas cuestiones, el de no poder mirar a alguien más, el de no imaginarse con otra persona. Pero me enseñó que puedo querer a quien sea, pero ahora sólo quiero poder quererla a ella.

You May Also Like

0 comentarios