A veces pienso que no te merezco, que sos demasiado para alguien como yo. Porque te fallé más de una vez, y sé que te herí más de lo que alguna vez vos me heriste a mí. Sé que sería imposible encontrarte en otra persona, porque no puede existir alguien igual a vos. 
  Pareciera que una vida no es suficiente para quererte, más allá de que sepas qué significa eso para mí. Me conocés mejor que nadie, soy egoísta cuando se trata de mí, y también cuando se trata de vos. Te quiero tanto como me quiero a mí misma, claramente sos parte de lo que soy, y quizás esa sea la razón por la que te necesito. 
  Cuando siento que las cosas se complican podés sacarme a flote, y aunque no pudiste algunas veces, sé que siempre lo intentaste. 
  "Sos mi cable a Tierra" me parece demasiado cliché, pero es eso más o menos lo que siento. Como te dije hace unos días, si estoy triste, feliz, enojada o lastimada siempre recurro a vos; porque eso sos, la calma cuando me siento en descontrol. Y vos sabés que se me hace muy difícil llorar, pero casi siempre termino soltando algunas lágrimas cada vez que pienso que sos todo lo que nunca pude definir que necesitaba.
  Le pido a no sé quién antes de dormir que seas feliz, que estés bien, que siempre podamos estar juntas. Más allá de la distancia y más allá de todo lo que nos pasó, me prometo cuidarte de la misma forma en la que me cuido a mí, en lo que necesites o incluso en lo que no tiene importancia. 
  Siempre puedo sentir cómo se me llena el alma de alegría cuando pienso en cada cosa que logramos y superamos; fuiste alegría entre tanta tristeza para mí, sos mi lucecita que siempre está presente sin importar cuán oscuro esté el lugar, y con la que sé que voy a poder contar. 
  Sueño con el día en que te vea, el día que te abrace y acortemos años de palabras. Si brillás a través de una pantalla, imaginate en persona. Si te quiero así y nunca te vi, imaginate el día que pueda hacerlo.

  Sos uno de mis más grandes sueños, en todos siempre estamos sonriendo.