by - septiembre 26, 2018

  Somos inherentes en un abrazo, y dentro de él las cosas duelen menos. Digo, eran los más lindos de todos los que tenía. Y los extraño todo el tiempo cuando siento que me falta algo, pero nunca me detuve a pensar en eso, siquiera me di cuenta. Sos inherente en tus abrazos y en mí también, al menos así era antes. Ahora ya no sé, pasé tanto tiempo sin abrazarte que no recuerdo cómo se sentía, ni lo mucho que te quería. En su momento sé que dolió más, pero hoy cuando me desperté abrazándote, no dolió nada. Entonces pensé en vos y en cuánto te extrañaba, y en que quizás aunque las cosas no estén igual que antes, te seguiría abrazando cuando me sienta mal y seguirías siendo el mejor cuando se trate de hacerme reír. 

You May Also Like

0 comentarios