Entonces me observó, el dolor en sus ojos era imposible de disimular y a mà se me partió el alma. Otra vez en aquella situación y no sabÃa qué hacer, no sabÃa cómo salvarlo, no sabÃa qué hacer más que llorar.
Comenzaba a llorar del dolor y su mirada se apagaba, se oscurecÃa mientras daba paso a su fin, su respiración era pausada y reaccioné demasiado tarde, su piel comenzaba a helarse y su cara carecÃa de color. ParecÃa dormir pero sabÃa que no era asÃ, su cuerpo se ponÃa rÃgido reflejando el acto siguiente, ya no habÃa mucho por hacer. Le daba besos y lo abrazaba esperando que eso sea lo que necesitara, pero sólo necesitaba irse y dejar de sufrir, aunque yo me quedara otra vez, con ese amargo dolor al saber que no pude hacer nada para salvarlo.
Comenzaba a llorar del dolor y su mirada se apagaba, se oscurecÃa mientras daba paso a su fin, su respiración era pausada y reaccioné demasiado tarde, su piel comenzaba a helarse y su cara carecÃa de color. ParecÃa dormir pero sabÃa que no era asÃ, su cuerpo se ponÃa rÃgido reflejando el acto siguiente, ya no habÃa mucho por hacer. Le daba besos y lo abrazaba esperando que eso sea lo que necesitara, pero sólo necesitaba irse y dejar de sufrir, aunque yo me quedara otra vez, con ese amargo dolor al saber que no pude hacer nada para salvarlo.