Con intentarlo no iba a perder nada, en realidad. Me dijiste que sÃ, que te llamara. Lo hice, tardaste nueve segundos en hablar y yo en escucharte. Y ambos sabemos que me gusta tu voz, que me encanta tu voz. Pero aún asà hablábamos poco y nada, porque yo sólo te llamé para pasar un tiempo con vos.
Mientras cenaba te escuchaba reÃr, y no sé si esa no fue de las mejores cenas de mi vida. Discuten con esas en las que cenamos a la vez o esas en las que me acompañaste solamente en silencio. A veces siento que nunca tenés nada para decir pero con tu silencio me es suficiente. Porque por un ratito te tengo, por un ratito siento que coincidimos y no me acuerdo de nada más que nosotros en ese momento. Perdón, ya sé que no querés nada, pero, para mÃ, cualquier instante con vos se siente como todo lo que necesito para seguir queriéndote.
Mientras cenaba te escuchaba reÃr, y no sé si esa no fue de las mejores cenas de mi vida. Discuten con esas en las que cenamos a la vez o esas en las que me acompañaste solamente en silencio. A veces siento que nunca tenés nada para decir pero con tu silencio me es suficiente. Porque por un ratito te tengo, por un ratito siento que coincidimos y no me acuerdo de nada más que nosotros en ese momento. Perdón, ya sé que no querés nada, pero, para mÃ, cualquier instante con vos se siente como todo lo que necesito para seguir queriéndote.