Me hubiera gustado verte reÃr en el pasado; donde no sabÃa que el futuro nos iba a agobiar tanto y nuestros ojos se entrelazaban constantemente, donde nuestros fragmentos de dolor encajaban perfectamente al hacerse sueños, que cada tanto nos olvidábamos de hacer realidad.
A veces me acuerdo de nuestras primeras veces, cuando sentÃa cosquillas en la panza porque te veÃa, podrÃamos habernos quedado ahà por más tiempo, aunque no te niego que a veces lo sigo sintiendo.
También me acuerdo de mi felicidad inexistente, donde mi único objetivo claro era tu mirada. Y recuerdo también cuando mi único motivo para buscarte era el no perdernos.
Me acuerdo de las falsas expectativas de mi mente, cuando te querÃa a mi manera e ignoraba lo demás, que ellos no importaban porque no podÃa quererte más.
Me acuerdo de la magia, del "nosotros" y del "vos y yo", donde no parecÃa haber un final triste, porque siempre continuaba la historia, aunque siempre fuera la misma escena repetida.
Y también recuerdo haber presenciado cómo todo eso desaparecÃa, cómo se hizo costumbre y cómo tenÃas esa manÃa de volver, que lo hubiera hecho yo también, si no hubiera aprendido a correrme de ahà por mi propio bien.
A veces me acuerdo de nuestras primeras veces, cuando sentÃa cosquillas en la panza porque te veÃa, podrÃamos habernos quedado ahà por más tiempo, aunque no te niego que a veces lo sigo sintiendo.
También me acuerdo de mi felicidad inexistente, donde mi único objetivo claro era tu mirada. Y recuerdo también cuando mi único motivo para buscarte era el no perdernos.
Me acuerdo de las falsas expectativas de mi mente, cuando te querÃa a mi manera e ignoraba lo demás, que ellos no importaban porque no podÃa quererte más.
Me acuerdo de la magia, del "nosotros" y del "vos y yo", donde no parecÃa haber un final triste, porque siempre continuaba la historia, aunque siempre fuera la misma escena repetida.
Y también recuerdo haber presenciado cómo todo eso desaparecÃa, cómo se hizo costumbre y cómo tenÃas esa manÃa de volver, que lo hubiera hecho yo también, si no hubiera aprendido a correrme de ahà por mi propio bien.