La vida no se basa
en un amigo que perdiste, en un amor que se te fue y que no hay manera de
recuperar, ni tampoco en ver sólo lo malo de las cosas. No te morÃs por no
tener amigos, por estar solo, por no tener a nadie para hablar; te intoxicás de
pensamientos negativos, sÃ, pero no querer cambiar eso es muy diferente a decir
que no se puede. Siempre se puede, no querer es otra cosa, negarlo, también.
La vida tampoco se
trata de los amigos que no están, de la gente que te falla y seguÃs perdonando,
de la gente a la que no podés soltar, de ponerse mal por cosas a las que nunca
le buscás una solución.
Date cuenta, estás
lleno de cosas buenas. Amigos de verdad, familia, gente que de verdad se
esfuerza por verte bien y no te das cuenta. Te juro que nada gira a tu
alrededor como tanto pensás. Ni siquiera el amor que le tenés a alguien es
importante cuando no sos capaz ni de darte cuenta de que lo tenés todo, y de
que siempre estás pidiendo más. De que no das nada como para recibir algo, y
sin embargo sentÃs que todos los demás están mal. O que incluso vos lo estás.
Siempre todo empieza por uno. Un gesto, una sonrisa, un favor; si vos no das
nadie te va a dar, es muy distinto querer tener todo a darlo todo y esperar,
porque, simplemente, sabés que sin duda algún dÃa algo va a llegar.